1 de mayo de 2008

El Reverendo de las malas formas

Nick Cave and The Bad Seeds actuaron el día 24 en Badalona; llevábamos mucho tiempo esperándolo fuera de festivales y no faltamos a la cita con el Reverendo. No defraudó, pero lo más interesante fue comprobar cómo algunos músicos (como le ocurre también a Robert Smith de The Cure) parecen haber descubierto una nueva forma de relacionarse con el paso del tiempo.

Si lo previsible sería verlos acomodarse e instalarse en la recuperación grandilocuente de carreras que ya sólo brillaran desde el pasado, en estos casos la reacción es opuesta, incluso virulenta. La decisión es volver al rock en estado puro, al punk de cuatro instrumentos. Quizás echamos de menos alguna balada, donde Nick Cave demuestra su lado más salvaje y cruento, curiosamente, pero hay que reconocerle que los años distan mucho de afectarle lo más mínimo.

Sexy, peligroso, músico de referencia, poeta de los descreídos, es mucho lo que se podría decir de él, pero quizás lo más cierto es que lleva más de dos décadas haciendo lo que le viene en gana y eso, en el inmóvil mercado musical que nos ha tocado vivir, es decirlo todo. Es fácil pensar que le gusta provocar, pero creo que sencillamente no puede escoger; es parte de su manera de ser. El Reverendo de las malas formas.

Es muy interesante comprobar la estela de influencia que ha ido dejando entre músicos mucho más jóvenes, que parecen mirar hacia él con la sonrisa confiada de quien acaba de descubrir que ser honesto es posible si te lo propones.

Recuerdo cuando descubrí Murder Ballads, impresionante lienzo donde se dedicaba a destripar, en una espeluznante primera persona, todo cuanto escurría en la mente de un grupo de asesinos. El Reverendo Cave es así, hace demasiado tiempo que devoró a sus dioses en alguna de sus canciones. Desde entonces sólo canta desde el lado oscuro de las formas.

Lo único que podemos decir es que confíamos nunca deje de bailar de esa forma:



Y una de sus canciones más conocidas, de Murder Ballads, con un dueto extraño, extraño... sobre un tema que estremece por su triste actualidad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también estuve allí, montaraz.Eres consciente de que algún día nos encontraremos sin saberlo? Me gustó mucho pero debería venir más a menudo, así no quedaría la sensación de que podría haber durado más, haber habido más baladas; queríamos el concierto perfecto porque no viene nunca !!! Y lo de sexy que dices, bueno es raro que también lo veas así porque no es precisamente el arquetipo, pero yo tengo que reconocer que me pone a dos mil... cómo baila !!! Quizás es porque se le ve peligroso y esas cosas. Ana.

PSYCOMORO dijo...

Quizás ya nos hemos encontrado sin saberlo... y qué mejor sitio hubiera sido que el Templo del Reverendo. Sí, peligroso poeta tenemos entre manos.

Anónimo dijo...

Pues yo creo que ha perdido un poco su sentido cuando ha dejado las baladas de lado, es como tu dices, como si se quisiera sentir joven pero creo que no le hace falta. no es lo que muchos esperamos de el. Espero que en el futuro vuelva a ser el crooner maldito que nos enamoro. no digo que no me guste pero me gustaba más antes. eso, si, las dos canciones que has colgado son brutales

PSYCOMORO dijo...

Todo es una cuestión de gustos, supongo; estoy contigo que, por muy punk que se nos ponga, nunca va a llegar a la oscuridad que toca cuando se sienta al piano y nos susurra sus pesadillas. Creo que en el fondo es una actitud que podría ser su personal e intransferible "Forever Young".