15 de junio de 2010

La isla








Siguen existiendo espacios donde el cielo explota para explicarte el sentido de tu propia sorpresa, líneas de expresión de la belleza en pequeñas dosis de inspiración inexplicable. Esos lugares crecen en algún momento anterior al recuerdo, cuando intentas descifrar las formas de la memoria naciendo de la nada; parece una ingenua invasión pero pronto te das cuenta de que las cosas no volverán nunca a ser como antes.

10 comentarios:

alguien dijo...

¿Por qué siempre buscando el antes, el pasado, en el presente y en el futuro?

Lo valioso de la vida es que nada ni nadie se repite,todo y todos cambian continuamente, ni siquiera nosotros somos los mismos de ayer, todo está cambiando. Si no me crees, mira fotos tuyas desde que nacistes hasta ahora. Parece imposiible que sean la misma persona, sólo tú y quien te ha visto crecer te pueden reconocer y en cambio algo de ellas que tú no ves permanece. No te puedes aferrar a nada, ni a nadie, ni siquiera a ti mismo porque no tenemos nada. Siempre, ¡hola! ¡adiós!

Queda algo, el amor verdadero sin mentiras y adulaciones.

Ginebra dijo...

Son momentos únicos en los que, si se tiene a mano una cámara, se pueden alargar en el tiempo no sólo de la memoria, también de la capacidad de verlos...
He leído el comentario anterior, me gustó lo que dice y, aunque un tanto pesimista, creo que tiene razón: no podemos aferrarnos a nada ni a nadie, en cambio difiero en algo esencial: sí podemos aferrarnos a nosotros mismos, es lo único que podemos hacer desde mi punto de vista...

Las fotos estupendas y tu reflexión también. Besos

PSYCOMORO dijo...

Hola Alguien. Te creo, te creo. Entiendo lo que dices pero me resulta muy tentador imaginarme que las cosas pueden cambiar y que, de alguna manera, cambian por sí solas; muchas veces, te limitas a ser un espectador de todo eso. Te sientas y aprendes; en ocasiones, incluso te toma la inspiración y haces algo que, en ese preciso momento, sólo tú podías hacer. Ese instante, de un modo muy extraño, te pertenece; y tú le perteneces a él. Gracias por tu comentario.

PSYCOMORO dijo...

Hola Ginebra. Sí, la memoria no deja de ser estirar sobre el tiempo la forma cómo miramos las cosas.

Si te acompaña la suerte, incluso puedes captarlo de alguna manera y dejar que tu conciencia juegue a colorear la fantasía de que aquel momento no acabará nunca. Por supuesto, no es así. Pero aprender nunca anda demasiado alejado de los sueños. Muchas gracias y otros tantos besos.

virgi dijo...

Vengo aquí y me siento como en una isla. Y no sólo ahora, sino cada vez que te leo. Una isla serena, profunda, que me hace repensar, volverte a leer.
Crecemos con lo que vivimos y también con su recuerdo.
Las fotos, magníficas.
Montones de besos.

PSYCOMORO dijo...

Crecemos cada vez que decidimos que vale la pena dar un paso más, y darlo con vosotros de la mano es todo un placer. Muchas gracias, Virgi.

Anónimo dijo...

Y cómo nos empeñamos todos en que las cosas sean como antes, en no avanzar ... A tomar ejemplo de los cielos de la isla, siempre distintos, salvajes, arrolladores, maravillosos.

Preciosas fotos y precioso texto, Psycomoro.

PSYCOMORO dijo...

Muchas gracias Anónimo. Sí, el eterno debate, cambiar o no cambiar. Mientras pensamos en nuestra tranquilidad, la naturaleza va haciendo de las suyas y nos dibuja el camino a seguir.

Divina nena dijo...

Por suerte nunca volverá a ser como antes, solo así nos queda la esperanza de que el ahora y el mañana serán mejores o al menos sorpresivos... hermosas fotografías, hoy que me marcho sin rumbo de vacaciones, sola con mi cochecito, me quedo con tus imagenes para buscar un lugar parecido, veremos donde aparezco mañana...

PSYCOMORO dijo...

Hola, Divina. Te puedo asegurar que no hay destino más bello que seguir los sueños cuando todavía no se han tenido. No dejan de ser como esos cambios que nos esperan para acercarnos a algo diferente, algo que pueda abrirnos una mañana distinta. Que tengas buen viaje y traenos de vuelta tus recuerdos.