20 de marzo de 2010

La senda inescrutable

Uñas pequeñas, jarrones rotos.
Susurros dulces, disfraz oscuro.

No puedo apartar la mirada de esas piernas.

No quiero entender sus pequeñas palabras.

No voy a cambiarme por alguien mejor.

No hay compasión para quien todo lo debe.

No quedan cuentos de hadas ni finales felices.

No hay dolor que importe al silencio del tiempo.

No cambiaré mi casa porque tú ardas al entrar.

No comulgaré con la senda del maldito perdedor.

No es mía la culpa de quien no puede entender.

No dejaré de tocarles porque tú me lo pidas.

Somos el último recurso que le queda al Señor,

el remanso abrazado donde duermen tus llantos.

Somos el hombro desnudo que suda amor,

lecciones violentas para el final de la clase.

Somos los poetas del mensaje con doble sentido,

soldados del milagro para guerras ya ganadas.

Somos dolor para quien no ha visto el camino,

caricias y fruta fresca para corazones abiertos.
Somos pastores de rebaños de seres pequeños,
inocentes manitas para derramar mil promesas.

Vosotros, ratas vestidas para sacrificio y ciencia,
mínimos verbos lanzados contra la nada, por nada.

Vosotros, desagradecidos padres de pobre moral,

leves vengadores de causas sin pasado ni luz.

Vosotros, valientes voceadores de máscaras,

estúpidos apostadores de juegos sin salvación.

Vosotros, fuertes en este mundo que nos olvida,

queréis apagar los faroles de la cama deshecha.

No entendéis la ironía de la eterna victoria

que visten nuestros símbolos de perfección;

volveremos a pedir perdón una vez más,

con nuestros arrugados gestos ofendidos.

Y caeréis una vez bajo nuestro sermón,

versos de bondad hacia la rima del zulo

Y olvidaréis cuanto sucedió a vuestros hijos,

a cambio de sueños de cruces y salvación.

Y los pequeños girarán justo antes de marchar,

arrojados de nuevo a nuestro paraíso de caza.

Dientes rotos, fácil digestión.

puertas cerradas, telón y silencio.


http://www.elpais.com/articulo/sociedad/3000/curas/investigados/pederastia/elpepisoc/20100314elpepisoc_4/Tes

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Iglesia/amparo/Munich/pedofilo/Papa/era/obispo/elpepisoc/20100313elpepisoc_4/Tes

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Canizares/asegura/preocupan/denuncias/pederastia/elpepisoc/20100319elpepisoc_3/Tes

14 comentarios:

NoSurrender dijo...

En este tema, no entiendo como no se ha planteado, como primer debate y antes que cualquier otro, la salida de la institución católica de todos los colegios dende hay niños.

PSYCOMORO dijo...

Bienvenido, Lagarto. Haces una pregunta que esconde parte del proceso de solución. En éste, como en otro problemas terribles donde se involucran intocables, sobran perdones y falta asumir la responsabilidad de decir las cosas por su nombre.

Demasiada protección para una institución que pasa por encima absolutas tragedias; basta con asumir la reacción de Cañizares como la posición oficial. Creo que él solito lo dice todo.

Muchas gracias por pasarte por aquí, Lagarto; tu blog es un rincón maravilloso.

Ginebra dijo...

Fantástica reflexión a colación con la repugnante actuación del clero y de la Iglesia católica en estos casos de pederastia.
Me ha gustado mucho lo que dijiste. Sobre las noticias, ¿qué puedo decir??? Siento rabia y dolor, como cualquier persona normal. Siento dolor por los niños, hoy adultos y por los niños que hoy son niños y sufrirán abusos a manos de sacerdotes y clérigos de doble moral. Siento rabia por la complicidad del Vaticano y de la Iglesia Católica y me pregunto ¿hasta cuando vamos a seguir creyendo en las falacias de esta Institución hipócrita????
Besos

PSYCOMORO dijo...

Gracias, Ginebra. Supongo que lo que nos queda es intentar que al menos pasen por el mal rato de sentirse expuestos, desvelados. Tristemente, va a costar eliminar esa condescendencia con que se les trata.

Me cuesta entender ese valor absoluto que le conceden al hecho del perdón (confesión y salvación) pero sencillamente no puedo aceptar que el hecho de que pidan perdón por dramas que sólo han salido a la luz por la valentía de sus víctimas, sirva para poder pasar página sin más.

Confío que algún día les retiremos ese crédito porque empieza a resultar incómodo actuar como si no estuviera pasando nada.

Un beso, Ginebra

Anónimo dijo...

El camino de la represión está sembrado de monstruos y de víctimas. ¿Cómo ha podido suceder? ¿tan bien lucían esas pieles de cordero como para que tantos padres dejaran a sus hijos en esas manos enfermas e hipócritas? Vale, hace 40 años tampoco había mucho dónde poder escoger, pero no deja de sorprenderme la condescendencia con la que los tratamos ahora y la tibieza de los reproches, como si no hubieran cometido el peor de los pecados sino sólo un pequeño desliz.

Sobretodo discreción, porque los trapos sucios se lavan en casa; ja y ja, ¿para qué? ¿para poder seguir ensuciando impunemente? ¿por qué se les trata con tanto respeto cuando ellos como institución no lo han tenido nunca por nada ni por nadie?

Sigo sin entender nada ...

Anónimo dijo...

Conozco cómo trabajan y da mucho miedo. Tuvieron mi infancia y mi adolescencia en sus manos y algo sé de sus despreciables mecanismos. Eso sí, hay que agradecerles una cosa que seguro que sin su esfuerzo y su gran dedicación no se hubiera conseguido, crear la mayor y más rentable fábrica de ateos posible. Gracias.

Y gracias a ti por seguir metiendo el dedo en esas llagas que tanto anhelan seguir siendo dolorosas pero invisibles.

PSYCOMORO dijo...

Sí, primer Anónimo, ése es quizás el punto más incomprensible; la tibieza con la que se les trata. Leer editoriales de periódicos donde se defiende que sólo son casoa aislados y que no se persigue igual a otros colectivos (como los profesores) donde también se producen estos atropellos, no ayuda; seguimos instalados en un respeto sin más sentido que el esconder la cabeza y pensar que no hemos participado todos un poquito en la situación. Ahora que el Papa ha denunciado sin pedir perdón podemos estar todos tranquilos. Cualquier profesor ya habría dimitido; siga el ejemplo, su Santidad, y demuestre al menos un mínimo de compromiso.

PSYCOMORO dijo...

Hola, segundo Anónimo. Gracias a ti por tu comentario. Sí, ver la bestia por dentro te ayuda a no dejarte engañar cuando te muerde por primera vez.

Tienen una actitud propia de épocas en las que no necesitaban dar explicación alguna. No deja de ser sorprendente la voracidad con la que atacan el derecho a decidir si se quiere abortar o no, frente a la tranquilidad con la que esconden a los depredadores que se ocupan de acabar con las vidas de aquellos que al final sí nacieron; supongo que es la forma de mantener activa la cantera de víctimas. Repele pensar en toda esa hipocresía.

Anónimo dijo...

El problema es mayúsculo y nos afecta a todos por igual, hayamos sido bautizados o no, educados por monjas y sacerdotes o en escuelas laicas, acudido a cientos de bodas y entierros católicos o en el registro civil.
La Iglesia Católica, quieras o no, está siempre presente en todas partes.
Hoy salen estas noticias y mañana saldrán otras y siempre igual de aterradoras.
Porque la alfombra sigue teniendo mucho escondido debajo de ella.
Porque no sólo los niños han sido sus víctimas.
Porque muchos adultos indefensos han sido embaucados, dejándoles una temible herida abierta.
Sólo puedo decir que yo, por ahora, he tenido suerte. Pero nunca se sabe.

PSYCOMORO dijo...

Hola Anónimo. Efectivamente el problema supera las circunstancias personales de cada uno. Parece que los únicos empeñados en obviar la trascendencia de todo esto sean precisamente las autoridades de una Iglesia que se ha quedado demasiado aturdida por le evidencia de una locura que lo supera en sus tradiciones. El peso de esa alfombra que mencionas es injusto y cae sobre el silencio de todos. Muchas gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

El Roto también tiene algo que decir al respecto:
http://www.elpais.com/recorte/20100324elpepivin_3/XLCO/Ges/20100324elpepivin_3.jpg
La publicidad que tienen estos días y que tanto les molesta vale su peso en oro.
Gracias por tus reflexiones que siempre son más que interesantes.

PSYCOMORO dijo...

Muchas gracias, Anónimo. Especialmente por traer bajo el brazo otra genialidad de El Roto. Ya lo había disfrutado en la edición de hoy de El País. Este hombre es un pozo de sabiduría y trazos intensos.

Anónimo dijo...

Amplio, Directo, atrevido y temible…
Me encanta ese sublime mensaje oculto de cada frase, te sigo de cerca.
Gracias por pasar por mi blog, el tuyo es fantástico, muy muy buenas tus fotos.

PSYCOMORO dijo...

Gracias a ti por tus palabras, Santaana. Todo un placer, tu visita. Espero volver a verte por aquí.