Los misterios del amor

Cuando los misterios del amor se desvelan.
Cuando descubres el estruendo bajo la hierba.
Cuando apartas los nombres que no sirven.
Cuando aprendes a querer lo que ya no queda.
Cuando desconectas la calma de los recuerdos.
Cuando entregas tu sudor a la poesía del día libre.
Cuando desnudas el sexo de las flores de postal.
Cuando escribes creyendo sólo lo que ves.
Cuando sumerges todas las promesas rotas.
Cuando avanzas por el camino de los sueños.
Cuando aplastas tu hombro contra la puerta.
Cuando fundes tu oreja a los gemidos de la pared.
Te apartas de lo que no supo enseñar la luz del día,
vives en las rutas salvajes de los momentos olvidados,
entiendes que la soledad sólo es la verdad que vive
en el lado del espejo que nunca aprendió a ser el otro.
Abrazas el momento con la boca partida hacia el infinito,
cazando ahora el aliento del que nunca supiste cuidar,
salvando las distancias entre los dioses del silencio y
los himnos torcidos en todos esos entierros sin motivo.
Golpeas el suelo para recordar qué día será mañana,
lanzando tu identidad contra un papel que se muere,
deslizándose por las paredes de un pasillo en llamas,
el túnel en que se ha convertido tu deseo de libertad;
es el duro aroma de la lucha que acaba de arrancar.
Sonríes cuando notas el sabor de lo que quieres ser,
respiras cuando la garganta abierta engulle la rima,
miras cuando lo que ves deja de llevar tu rostro,
creces cuando arañas los besos de las sábanas mojadas.
Y partes , caminas junto a las palabras que no aciertas
y con los misterios del amor jugándosela a tu lado,
apartando tu necesidad de volvernos a llamar amantes,
con todas las sombras de la cueva bebiendo para no olvidar
lo mucho que hemos esperado que llegara este momento.