que miraba con cariño la abstracción de tu sonrisa,
ese cuenco lleno de lluvia que olía a miel y prado,
preciosa obra maestra con mil pequeños finales.
Y yo allí estaba sin pestañas, apoyado en la sombra,
imaginando sábanas de pasos corridos sin prisa,
muertos huidos del calvario de tu boca de loba,
fauces que mastican las noches de alambrada.
contra la débil historia de quien nunca será algo,
sacudiendo las finas pieles de mi último disfraz,
esperando que la luz volviera a dejarme de lado.
Y tus trazos, apuñalando las formas de mi cuerpo,
cortando las latitudes de los retornos sin motivo,
sangrando las caricias de las que ya no soy capaz,
de las que sólo ese cuadro podría salir vivo.
Y tu lengua, esa suave indecencia que aparta labios,
puerta de lienzo que sólo recuerda el sabor a óleo;
sigues ahí, inclinada sobre mis peores decisiones,
contando los azotes que mi trasero sabe aguantar.
levantarte sin peso, abandonándonos al suelo y a mí,
te retiras como una diosa, tras las dulces tres canciones
que esperan alborotadas en algún sitio lejos de aquí.
cuando todo cuanto tienes son mil palabras tiernas
y la seguridad alucinada de que esta noche en el museo
voy a demostrarte que existen muchas maneras de bailar.
18 comentarios:
Montaraz, me encantaría que alguien me mirara así alguna vez, y que me enseñara a bailar de verdad ;). Te veo más tierno de lo normal...y me gusta. Todo lo que escribes me llega muy adentro. Besitos. Ana.
Precioso... me atrae esa sinceridad, esa pasión y esa ternura que has sabido imprimir en el verso.
Un beso,
Bueno, no sé que decir, mejor aplaudo aquí, en la soledad del otro lado... Me encantó, Psycomoro... se te da bien hacer versos; se te da bien hablar de amor.
Un beso enorme.
Quien etsará enamorado de quien?
Esto es algo muy profundo, quizas demasiado para mi, volveré a leerlo mil veces más se es preciso, pero me a cautivado y necesito comprender porque.
Ana, estoy seguro ya eres mirada así... como tampoco tengo dudas que pocas formas de bailar te deben quedar por aprender. Supongo que saber que te voy a tenerte de vuelta me enternece... Gracias y un beso.
Gracias, Lospasos, creo que todas esas cosas que te han gustado están alrededor mio; me limito a encajarlas y colocarlas en la estantería, pero mis méritos se acaban ahí. Lo realmente importante está en otras manos. Muchas Gracias.
Hola, Ginebra, muchas gracias por tu comentario y por estar siempre ahí. Digamos que lo que se me da mejor es mirar al amor; es un animal tan extraño, esquivo y divertido, que no puedes apartar la vista de él. Y nunca mantiene su forma más de un minuto, no sea que tengas la tentación de aburrirte... Ese beso enorme sonó tan bien que otro va hacia allí.
Queremos pensar que estamos enamorados de alguien o de algo (un momento, una canción), supongo que es algo que nos hace sentir vivos, Apache. Es lo que le pasa, de algún modo, al protagonista; busca el sentido de su vida en las sombras pero lo acaba encontrando en promesas que no dependen de él, por muy grande que sea su deseo. Quizás la noche traiga buenas noticias, o simplemente nos enseñe que el baile no está hecho para los habitantes de la noche. Bienvenido, Apache; todo un placer.
The road to Oxiana...
Una vez le regalé una cajita de plata a una novia que tuve e hice grabar este texto "enamorado de la idea del amor". Creo que todavía la conserva.
Un saludo.
... Robert Byron
En ocasiones esa idea incluso se enamora de uno mismo, José Julián. No deja de ser curioso lo mucho que lleda a durar la plata... Un saludo.
Deberías dedicar todo el blog a la poesía, o hacer más blogs porque el resto también es imprescindible; pero no puedo aceptar estarme perdiendo otras como ésta porque no las publiques. Sensacional, Psycomoro. Un beso.
Gracias por tu comentario, anónimo. No creo que pudiera dedicar el blog únicamente a una cosa; sinceramente no pienso que haga nada tan bien como para concentrarme y, con la dispersión, al menos disimulo y me lo paso tremendamente bien. Un beso.
Estos momentos forman las piedras con las que construyo mi museo, y cuando llega el momento de bailar, quizás nos pongan músicas imposibles de bailar. Se me llena el corazón de tristeza e incluso me cuesta respirar, mi baile, a acabado y es hora de marxar. El amor es como la vida, te da felicidad pero también te la puede quitar.
Supongo que eso es porque nunca debes buscar la felicidad en un único sitio, Apache. Incluso los ríos que llevan más agua acaban desembocando en el mar y sucumbiendo. Tenemos que aprovechar los mejores momentos porque son los que antes desaparecen. Lo bueno de todo ello es vivir buscando esos momentos porque sabes que siempre andan por ahí esperando; y en eso, el amor no es el único que tiene algo que decir. Un abrazo
Tienes toda la razón, quizás yo era ese gran río que había desembocado un un mar, pero el mar se a secado, y ahora me encuentro en un desierto, seco y caluroso, se que es hora de empezar a buscar esos momentos, pero me cuesta verlos.
Un abrazo
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