A veces pienso en cosas que preferiría no recordar. Pero vuelven. Y lo hacen con el gesto de quien nunca se había ido. Siento el frío de quien se sabe observado, de quien preferiría estar en cualquier otro rincón de este mundo torcido. Eso me pasa cuando pienso en los enterradores del tiempo, en los profesionales de pasar página y escupir sangre; en qué nos hemos convertido cuando pensamos que lo mejor es olvidar. El olvido sólo cura a los que no tienen nada que recordar. Al resto los humilla.
Me importa un bledo el uso político que quieran dar unos y otros a la Ley de Memoria Histórica, que ha llegado en el momento más cómodo, cuando queda tan poco por hacer. Los mismos que ahora la defienden se amagaron tras las excusas que hoy rechazan; en los tiempos en que todavía quedaban cosas que hacer pero nadie quería hacerlas. Ahora es fácil. Y, aún así, los enterradores del tiempo siguen bramando.
Nuestra iglesia, en un acto de profunda compasión y esfuerzo por los necesitados, ya ha avanzado que no entiende esa necesidad y que la única colaboración que prestará será a aquella a la que le obligue la ley (faltaría más); digamos que no se siente especialmente motivada por las labores de localización de fosas y enterrados durante la Guerra Civil y la Dictadura. Eso sería remover el pasado. Tienen razón. ¿A quién le va a importar dónde tiene enterrado a su hermano, padre o abuelo? ¿Realmente es tan importante saber qué les sucedió? Supongo que es más importante saber dónde y cómo murió alguien hace dos mil años; debe ser eso.
He asistido a varios funerales católicos últimamente. Siento un profundo respeto por las creencias personales de cada uno, siempre que se acepte la diferencia como algo inevitable. Pero ese respeto no es recíproco; si fuera así, no alcanzaría a entender por qué en esos funerales se practican ataques sistemáticos contra quien no comparte las creencias que los sustentan. Suelen ser momentos de tristeza, momentos en que necesitas sentirte acompañado; digamos que no es el mejor escenario para un ajuste de cuentas, para un discurso de salvados y condenados donde, lo menos que puedes sentirte, es excluido. No es justo.
Y todos aquellos enterrados en falso nos llaman desde su funeral. En muchas ocasiones una ejecución sumaria sin más adornos que la intrascendencia de una vida que no valía nada para su verdugo. La gran mayoría de aquellos muertos eran católicos, pero ya ni eso importa demasiado. Ya no cuentan como bautizados. No computan. Buenos y malos, ¿recuerdan? Bastaría con aplicar esas mismas teorías a las víctimas del terrorismo; tardaríamos un segundo en escandalizarnos. Es un buen ejercicio.
Todavía me sorprende escuchar hablar de venganza cuando se están recuperando sacos de huesos. ¿Venganza contra quién? Ni procesos judiciales pueden abrirse. ¿Heridas cerradas? Sí, y enterradas. Los mismos que defienden las instituciones tradicionales (y tradicionalistas), que se refieren al pasado como un cofre de valores a recuperar, esos mismos hablan de no mirar hacia atrás cuando no les conviene.
Lo más curioso del asunto es que la Iglesia Católica inició 498 procesos de beatificación para sus mártires de la Guerra Civil, aquellas víctimas que, éstas sí, deben ser reivindicadas y recordadas; su reconocimiento servirá para reconciliarnos. Mientras tanto miles de familias querrían saber dónde enterraron a sus santos ya malditos, a los que un día sencillamente no pudieron seguir queriendo.
Si lo que estamos haciendo ahora es encender una velita para limpiar nuestra conciencia, mejor guardarla para otra ocasión. Es tarde, señores. En esas fosas no volverá a brillar nunca la luz. Y toda la culpa es nuestra. Empecemos por eso.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/obispos/preparan/peregrinacion/Roma/beatificacion/498/martires/Guerra/Civil/elpepusoc/20070427elpepusoc_2/Tes
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Rouco/ataca/memoria/historica/trasladar/Guerra/Civil/jovenes/elpepisoc/20080925elpepisoc_6/Tes
12 comentarios:
Llevo tiempo leyendo tus pensamientos y al hacerlo hoy con este tema que tanto me enfurece he llegado a una conclusión: hay que plantar psycomoros, hacerlos crecer, que se reproduzcan por esporas, a través del agua, del aire ... hay que llenar este planeta de psycomoros.
Supongo que me gusta todo lo que escribes porque los dos debemos ser progres trasnochados, pero el abismo aparece en las formas; no llevo muy bien lo de esconder la mierda debajo de la alfombra "por el bien de todos" y la rabia (gran enemiga de la razón) invade sin tregua todos mis comentarios al respecto, no puedo evitarlo, como diría el escorpión ... Pero tú, oh gran Psycomoro, tienes esa habilidad poco común, ese don ... depuras emociones detestables y construyes cosas hermosas con material de deshecho. No es poco.
Pablo.
Gracias, Pablo. Eso de plantar psycomoros es muy bonito, quizás no me resultaría igual de seductor ver lo que crecería, pero se agradece el detalle. Desconozco si estoy o no trasnochado, y desde luego no me preocupa demasiado, lo único que sé es que a veces se hace difícil entender las cosas, y eso molesta cuando quieres conciliar el sueño.
Desde luego, la rabia pocas veces resulta práctica, por mucho que duela controlarla.
Lo de que construyo cosas hermosas con material de deshecho es una de las cosas más hermosas que me han dicho nunca. Gracias, de verdad.
Qué complicado es esto de la memoria. Aquellos que fusilaron, violaron y destruyeron son hoy ancianos que pueden haber olvidado todo lo que hicieron. Los demás, los que tuvimos la suerte de no vivirlo en persona, al verlos, podemos pensar en esos ancianos como adorables personas, por el simple hecho de ser eso, ancianos. Nuestra memoria se ve así distorsionada.
El recuerdo es necesario. La Memoria es necesaria.
Debatir, discutir, leer, escribir sobre ello es lo que nutre nuestra memoria, porque hace que no caiga en el olvido.
Porque no se lo merecen.
Lo de la Iglesia católica en esta particular España es un punto y aparte.
Si existe un Dios, seguro que tiene memoria. O acaso no? Habrá ese Dios olvidado algo?
Conozco a mucha gente creyente que no olvida (porque el cristiano perdón de otro modo no tendría sentido) y la Iglesia católica española les insulta continuamente.
¿He dicho ya que es complicado?
Pienso estar alerta para que mi memoria no flaquee.
Quiero pensar que esos ancianos que mencionas ya han pasado a peor vida. Me preocupa mucho más que todavía hayan vivos huyendo del recuerdo. Vivos que, cuando el recuerdo los lleva a otro lugar, no dudan en defenderlo y convertirlo en motivo único de su vida.
Estoy convencido de que hay católicos que desprecian todo esto; absolutamente seguro. Lo que echo en ocasiones de menos es que se manifiesten más a menudo contra quien los representa porque, escondiéndose, lo único que consiguen es que algunos de esos dulces portavoces que quitan el sueño a los niños, se carguen de razones por un masivo apoyo del cual carecen.
La memoria es tan complicada como la justicia; sólo existe si la ejercemos. Si no, es como un animal rabioso y mal alimentado que acabará devorándote una de estas noches.
Los progres siempre os estais quejando como niñas porque no haceis algo en lugr de quejaros. Os gustaria vivir con los comunistas, con Chavez Castro y Stalin, pues dejarnos en paz y iros de España. Tanta fosa y tanta tonteria como si los otros no hubeiran sido mas crueles matando gente sin piedad por creer en Dios. Si hubieran ganado los rojos ahora estariamos pidiendo que vinieran los americanos a salvarnos por mucho que se les critique, que criticar es muy facil. A vivir con los moros y los comunistas que eso si que os gusta no. Largaos y dejadnos vivir en paz. Este es un pais catolico y si no os gusta os vais ya esta bien de criticar a la Iglesia y no meterse con los moros, a los que les teneis miedo.
Pero nunca os cansáis de hacer el ridiculo??? Después de haber fracasado en las finanzas y haber hundido todo el mundo con vuestras teorias economicas de yo no me equivoco nunca, seguis don erre que erre. Haced un favor a la humanidad y al menos aprended a callar y a reconocer algun error. Cada sois mas graciosos
Gracias, montaraz. Muchos vivimos cerca de esas fosas tan llenas. Ana
Nunca he pensado que las fosas pudieran tener otro color que no fuera el negro. ¿Fosas rojas dices? No creo que Psycomoro piense sólo en un color. No sé tú, pero yo lo intuyo mucho más poli cromático.
¿Seguro que has leído bien todo el texto? Porque a mí me ha parecido leer algo como fosas de la Guerra Civil y la Dictadura. Porque las fosas no eran exclusivas de uno u otro bando (los progres también lo vemos) y creo que lo que es justo es que las familias de los que perdieron la vida en la guerra puedan conocer dónde acabaron sus seres queridos. De aquellos que en la mayoría de los casos, lucharon sin saber muy bien por qué, ni para qué.
Si soy roja o comunista lo dejaremos para otra ocasión. Pero respecto a los moros… sólo una cosa: ¿has pensado alguna vez que sería de esta tu España católica sin la aportación de la cultura islámica en temas, por ejemplo, como la medicina, la botánica o el arte?
Perdonadme si mi comentario parece una queja de niña. No era mi intención…
Pues agradezco vuestro apoyo pero creo que os equivocáis. El anónimo del día 12 de octubre tiene razón. En el mundo en que vivimos tienes que escoger. Matas o mueres (bueno, puedes morir matando, lo cual te convierte en el puto amo). No lo entendéis porque seguro que sois mujeres.
Y tiene razón porque ya está bien de claudicar ante las amenazas que compramos en un mercado de todo a cien; tanto te venden un kilo de genocidio de enfermos terminales, como te endosan media libra de amenaza comunista. La cuestión es que todo esté fresco y nos haga salibar. Morder es fácil cuando puedes pagar por ello.
Tiene razón porque algo tenemos que pillar antes de que cierren todas las paradas. Mirad lo que ha pasado con la pobre gente que se dedicaba a vender sectores financieros saneados. A dos velas. De la noche a la mañana. Ahora se les ve comprando de escondidas los restos podridos que aquel tendero comunista no sabía dónde colocar. Ya ni los progres comprábamos ahí... todo para los neocon de bolsillos explosivos; dicen que la oferta de nacionalización de derechas es sencillamente irresistible.
Tiene razón porque los muertos, muertos son. Miremos hacia adelante y luchemos contra nadie, que el crugir nuestros huesos atrone a los enemigos que todavía no nos conocen. Si no los hay ya,los habrá y si no, nos los inventaremos; como siempre se ha hecho. Me encantan las buenas tradiciones.
Otra vuelta más al tiovivo. Invita la casa.
Dimoni Psycomoro:
Siento un enorme peso en mis hombros desde el dia de mi nacimiento.
Cuando un niño nace se le transmite no sólo todos los códigos genèticos de la especie si no también toda absolutamente toda las experiencia desde que éramos una célula invisible.
Ahora entiendo porque a veces no puedo levantar los pies del suelo.
Mis bisabuelos, mis abuelos, mis padres....me han transmitido miedo. Miedo experimentado por ellos. Un miedo no resuelto. Miedo que les hacia perder la dignidad y el respeto por ellos mismos sin darse cuenta. La persona reducida a su mínima expresión. Comer, dormir, temblar de miedo. Esto no se puede hacer, esto no se puede decir, ten cuidado porque.....
Mi familia no es la única. Todos en este territorio de una manera u otra lo hemos, lo han, vivido y lo han, lo hemos transmitido. Así de simple y así de terrible.
La única manera que conozco de sentir menos miedo es enfrentándolo y resolviéndolo. Es difícil. Ya va siendo hora de resolver cosas como las que tu propones. Empecemos por la memoria histórica si queréis me parece bien.
Un petó.
Ese es el problema, Fera, que hemos construido una historia sobre el miedo a moverse; es la cultura de que el miedo está en nuestra sangre de manera inevitable. No es normal tener miedo, como suele decir la gente, lo normal es saber de qué se tiene miedo.
Pero el problema no es sólo ese, que no deja de ser un tema puramente cultural, religioso o como quieras leerlo; lo más grave del asunto es que haya gente que viva de infundir ese miedo, de sacar provecho de gente amedrentada.
El carácter latino es muy curioso, ¿no crees? Somos impulsivos, vehementes con nuestras cosas, somos capaces de asesinar por celos, de abrasarnos por la envidia, de olvidarnos de todo por el reconocimiento de alguien que ni conocemos... pero que no nos pidan que dejemos de sentir miedo, o culpa, porque se nos mueren los dioses; se nos viene todo abajo.
Cuando marcha el miedo, acude la responsabilidad de empezar a caminar; ¿quién puede desear algo así?.. Supongo que gente fuerte como tú, Fera; tarde o temprano hay que escoger.
Petó
En Alemania sí que están haciendo una labor de memoria histórica importante. No es sólo la obligación del perdedor, sino la vergüenza del hijo y del nieto y la personificación de las víctimas. Por cada una conocida, se pone su nombre y dónde murió en un adoquín que se coloca en su dirección. Los ciudadanos no pisan esos adoquines y hay miles en cada lugar. Se trata de recordar para vivir en paz. Mi abuela, que era alemana, nunca hablaba de los nazis, pero recuerdo perfectamente el dia que empezaron a llegar noticias de los Balcanes y de Sarajevo. Dijo "otra vez no, es que no han aprendido nada..." Parece que es imposible, pero olvidamos facilmente... aunque hay algunos bastardos que aprenden del horror. Contra ellos, memoria, transparencia, voz alta.
Desconocía lo que comentas de Alemania; tienes toda la razón cuando dices que se trata de recordar para vivir en paz. Eso es precisamente lo que más cuesta entender; los defensores del olvido histórico se basan en que hay que evitar la venganza, yo me pregunto porque no evitaron sus católicas conciencias el asesinato en su momento. Revisar y no olvidar no es perseguir (cuando no hay nadie a quien perseguir), pero matar es matar, no importa en tiempo que pase.
Todavía hay gente que invoca la amnistía (curiosa palabra tras 40 años de dictadura)de 1977 para pasar página. En Chile también tenían una. Por lo que a mí se refiere, pueden incendiarla y quemar el libro entero.
No pienso olvidar nada, y les puedo asegurar a los de siempre que me importa un pito hacia dónde vayan los votos; hablo de recordar a gente asesinada. Como hacemos con las víctimas de ETA. Pues eso
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