Es tremendamente cómico ver cómo Bush somete al Congreso de los EEUU un plan de rescate para la economía que él mismo ha hundido y que, digan lo que digan, consiste en una nacionalización sin contemplaciones de algunas de las empresas que llevan años obteniendo beneficios incalculables sin más control que ese magnífico mercado que se está hundiendo por minutos.
No deja de ser curioso que la intervención del mercado (liberal, no lo olvidemos) se produzca ahora, cuando están en peligro de quiebra algunas de las empresas más importantes del mismo país donde los ciudadanos no cuentan ni con los derechos mínimos de una sanidad pública que aquí hace tiempo que hemos aceptado como irrenunciables.
¿Qué tal una nacionalización de las hipotecas de particulares que no pueden asumir las consecuencias de un mercado inmobiliario donde siempre ganan los mismos (y no me refiero sólo a las inmobiliarias, si no, que le pregunten a los Ayuntamientos por sus abultados presupuestos del 2009)? Yo apostaría por que el señor Bush acudiera al rescate de nuestras maltrechas economías, seguro que con menos dinero haría mucho más (700.000.- millones de dólares…).
No hace tanto tiempo, todos estábamos seguros de que vivíamos en el mejor mundo posible. Tanto daba que montáramos guerras a distancia y cultiváramos el miedo a todo lo que nos rodeaba. No importaba prácticamente nada mientras el gas y el petróleo siguieran regando los dogmas. Incluso Dios hablaba al oído del hombre-más-poderoso-del-planeta para indicarle qué país era el siguiente que teníamos que invadir. Todo estaba bien porque el sistema funcionaba. O no.
Porque todo ha dejado de funcionar, señores; y todo aquello que hicimos no sirvió para una mierda. Toda la sangre y los conflictos que nos garantizaban un mundo libre y económicamente saludable eran tan falsos como las cuentas de aquellas empresas.
Ahora buscamos responsables entre los gestores de esos monstruos que se están ahogando. Tarde o temprano tendremos que girar la mirada al Tercer Mundo, y a otros pacientes observadores de las bondades del Mundo Occidental; mirar hacia ellos y reconocer que todo cuanto les tomamos prestado, los engaños y los abusos, no nos sirvieron ni para ganar dinero; patético. Cuando pienso en ello, intento imaginarme a un grupo de nuestros perturbados políticos sintiendo un inconfesable placer con todo aquello; eso, al menos, me hubiera ayudado a entenderlo un poco más.
Pero ahora, qué más da casi todo. Os dejo. Voy a divertirme un rato más.
8 comentarios:
Estimat Dimoni:
Em ronden algunes preguntes aquests dies. Deixem que tot peti i tornem a començar?. Trobem solucions-parxes i continuem fins que torni el daltabaix?. No sé si el que proposen els grans prohoms del nostre temps és una solució basada en la por o en els interessos d'uns quants. Moltes vegades no sé si prenem de decissions per por....és una por real o és una por induïda. Des de la meva profunda estupidessa meitat de fera, meitat d'humana tinc la intuició de que pot ser si saltessim al buit el cop no no seria tan fort.
Y seguiremos rodando mientras los de nuestra misma especie sigan siendo tan mediocres y tan estúpidos como para seguir admirando y envidiando a los que se forran gracias a la especulación en vez de verlo como algo absolutamente reprobable.
Volverán las oscuras golondrinas y seguro que por fuerte que sea el batacazo los amigos del $$$ renacerán de sus cenizas, pero esa media sonrisa ya no te la quita nadie.
Vaja, enyorada Fera, quina il.lussió trobar-te per aquí... Jo estaria per la primera solució que proposes: deixe'm que tot peti. Total els que podien perdre ja ho han perdut tot. Les víctimes aquesta vegada, per molt que diguin, són unes altres; mira que m'esforço, però no puc sentir compassió per ells.
La media sonrisa es tan amplia que voy a mantenerla aunque las golondrinas vuelvan a volar. Al menos, ahora sabemos que pueden caer, y que pueden hacerlo desde muy arriba. Aciertas en lo que dices acerca de la admiración; muy probablemente deberíamos dejar de admirar a gente que ha demostrado ser tan mediocre, por mucho dinero que tengan (o tendría que decir tenían..?)
Mucho me temo que las víctimas somos los hipotecados, los pequeños ahorradores, los que jugamos a la bolsa como al parchis, los que nos compramos un piso no para vivir sino para ganar... y esos olvidados del tercer, del cuarto mundo (vamos los de siempre) O nos vamos a creer que Ellos han perdido su dinero? Si, sonrio por todas las patéticas teorías económicas y los políticos perdidos y enfrentados, por la lista Forbes y los especuladores mediocres. Es un juego, un juego aberrante porque la banca siempre gana, o a lo mejor esta vez no? En cualquier caso ahí va otra sonrisa aliada ;-)
Pues en el fondo, más allá de las convicciones que me llevan a ser pesimista, noto algo extraño, como si en un momento una anomalía se hubiera colado en el sistema, nadie se hubiera dado cuenta, y ahora tuviera el tamaño de un carguero. La banca siempre gana mientras haya dinero circulando... pero ¿dónde está ese dinero ahora? ¿En el bolsillo del vaquero conquistador? ¿En el BCE? ¿Se han robado la cartera a sí mismos? Es tan ridículo como parece... y tan gracioso, tan tremendamente gracioso.
No entiendo nada: ¿porqué tenemos que estar deprimidos por una crisis económica mundial?
No "tendrían" que dejarnos tener un campo de visión tan amplio, hombre, y nos daríamos cuenta de que "tenemos" que estar contentos porque... los políticos catalanes han llegado a un acuerdo sobre la financiación autonómica!
La vida puede ser maravillosa!
¿Depresión? Pero si todo esto es la mejor de las noticias. Unos pidiendo a otros que les dejen camuflar aquello que han hundido mano a mano. El ridículo al que estamos asistiendo se estudiará durante tiempo como el mejor de los chistes; el final de una era que nunca supero la más estúpida de las torpezas. Lo único triste es la cantidad de muertos que hemos dejado por el camino, pero me gusta imaginármelos mofándose de sus vergudos desde las fosas donde los confinaron.
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