Sr. Rajoy, qué gran idea ha tenido usted. Un contrato para la integración de los inmigrantes. Sencillamente genial. No quedan políticos como usted. ¿Ya conoce usted al Obispo de Tenerife? Podrían crear un equipo imbatible.
Ahora, quería avisarle de un riesgo; cuidado con el uso perverso que pueden hacer de su propuesta. Imagínese usted que mañana vascos, catalanes o gallegos deciden aplicarlo y no le permiten traspasar sus fronteras porque no conoce su lengua medio muerta, sus miserables costumbres o sus creencias apócrifas. Sólo nos faltaría eso. La idea es nuestra. Y España también.
Y usted, Sr. Arias Cañete, qué decir. Cuántos siglos de avance científico encerrado en sus sabias palabras. Una verdadera cápsula de evolución. Qué diferencia entre el servicio en los bares de aquellos que comparten nuestras costumbres y de los invasores. Nadie sirve como un español. Lo llevamos en la sangre: somos un país que nació para servir.
Ahora, donde usted realmente toca el cielo, es cuando se refiere al aprovechamiento de nuestro sistema sanitario, tan occidental él, por parte de los inmigrantes. Que dejen sus virus más allá de nuestras fronteras, veamos cómo mueren en sus países; ¿ha probado ver por la televisión cómo muere un niño lejos de nuestro gran país? Seguro que a usted le importa tan poco como a mí.
Pero yo le animaría a dar un paso más. El contrato de integración también debe servir para comprobar la compatibilidad de las razas que dejamos entrar y nuestra gran estirpe. Debemos ser estrictos con eso o de aquí a dos días la sangre negra, árabe o sudaméricana correrán por donde antes reinaba el oro ibérico.
Si conseguimos depurar nuestra raza, de aquí a dos días no nos harán falta ni las mamografías, porque estaremos libres de enfermedades. Quizás entonces podramos vender nuestros equipos médicos al tercer mundo y hacer crecer todavía más a éste, nuestro gran país. Entonces conseguiremos ser grandes, libres y diferentes. Muy diferentes.
PD: Sr Rajoy, por si sigue mi consejo de entrar en contacto con Don Bernardo, Obispo de Tenerife, tan sólo tenga usted cuidado con sus hijos, sobre todo si tienen doce o trece años y ganas de juerga. Usted ya me entiende.
http://www.cadenaser.com/espana/articulo/arias-canete-cree-inmigrantes-colapsan/csrcsrpor/20080207csrcsrnac_7/Tes
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