24 de julio de 2012

Esta vez sí


Quizás el material de los sueños procede de aquello que no hemos aprendido a ser; somos esa extraña química que dilata los urgentes segundos que huyen de nosotros antes de que seamos conscientes de estar despiertos. El futuro son esos instantes en que tomamos consciencia de nosotros mismos, como si el sueño nos empujara lentamente hasta el día en que no volvamos a despertarnos y descubramos por fin lo que significa realmente el paso del tiempo.

Vivimos confundidos en vigilias de espacios no consumidos, suspendidos sobre un montón de cosas a medio hacer, alejándonos de lo que debería significar nuestra identidad, seducidos por una melodía incomprensible, banda sonora de quien siente la necesidad cazar antes de ser cazado. Vivimos bajo una presión que está desajustada; somos  una avería permanente que ha entrado en un ciclo vicioso que no entiende que gira fuera de su eje, enfermo. Necesitamos alejarnos de esa locura, pero, ¿para hacer exactamente qué?

La respuesta anda lejos de nuestra escasa capacidad de reinventarnos, de adaptarnos al dictado de las rimas asonantes. Vamos justos de camuflaje y la selva está cansada de hacernos favores, de nuestra torpe huida hacia adelante; en cualquier momento, nos recordará el precio de no tener demasiado que ofrecer.

En cuanto las cosas se alejan de nuestras expectativas, nos quejamos; como el niño que descubre que el universo no gira a su alrededor. Pero no pedimos ayuda, más bien exhibimos nuestra mala suerte, lo mucho que nos merecíamos y lo poco que nos han dejado. No pedimos ayuda, confiamos en nuestra vanidad.

Aunque no siempre sucede lo previsto; hay gente que se desmelena, se cansa de esperar a que la fortuna le sonría y se inventa el menú; hay gente que sencillamente escribe la carta de arriba abajo y descubre lo fácil que puede resultar no rendir cuentas. Hay gente que prefiere mentir.

Porque la mentira sigue siendo esa novia misteriosa que no consigues olvidar, con la que siempre tienes ganas de pasar un rato; tiene el sabor de las historias donde siempre eres el protagonista y todos los personajes giran a tu alrededor. Pero el centro de esta historia siempre se desvela tarde o temprano y reconoces que nunca hubo tal novia, que los recuerdos proceden del tambor de una pistola. Cosas del directo.

Y supongo que el momento más intenso de esta persecución de un personaje que no existe es cuando decides no aceptar la figura que te corresponde en la fotografía, cuando tu propia voz te resulta desconocida en la grabación. Entonces sólo puedes seguir avanzando y contar los segundos que te apartan del accidente.

Tania Head sobrevivió al atentado del World Trade Center del 11 de Septiembre; se encontraba en la planta 79 de la Torre sur y la intervención milagrosa de un bombero le permitió salir del infierno. Su futuro marido perdió la vida en la torre norte. Pasó dos meses en el hospital recuperándose de las graves lesiones sufridas; al salir, su escalofriante relato de los hechos, su empatía y capacidad de liderazgo le llevaron a presidir la Asociación de Supervivientes de los atentados del World Trade Center; se convirtió en uno de los rostros más reconocibles de las víctimas de aquel desastre, protagonizando múltiples homenajes y reconocimientos colectivos.

Precioso; si no hubiera sido todo mentira. En 2007 (sí, seis años después) un periodista del New York Times detectó ciertas incongruencias en su relato y descubrió que Tania Head nunca había existido. Fue la invención de una chica de Barcelona, que decidió que su vida no era suficiente y engendró una nueva.

Impresiona que la mentira hubiera podido subsistir tantos años, sometida como estaba a una exposición mediática masiva. Pero lo que realmente me intrigó de la noticia es que la persona en cuestión ya fabulaba con su vida cuando vivía en Barcelona (las heridas de su brazo ocasionadas en el atentado, habían procedido antes de un accidente en un coche deportivo y de una caída de caballo en un elitista club deportivo). Me imagino que todos los pequeños detalles habían ido construyendo  grandes historias. Repasas su historia y te topas con cursos de alta dirección, familias pudientes venidas a menos y múltiples clichés y estereotipos que construyen un poema decadente, metáfora de lo que nos han prometido que debe significar el éxito.

No sabes si sentir pena o sorpresa; si observar el caso como un ejemplo de los tiempos que corren o más bien como una historia que tenía que acabar siendo desdichada. No lo sé, pero no consigo conciliar el sueño cuando me imagino a Alicia Esteve suicidando a Tania Red; me inquieta la idea de alguien matando aquello que no consiguió ser, mientras ensaya su próximo personaje. Pensando, esta vez sí.



http://www.lavanguardia.com/libros/20120416/54284823455/libro-narra-engano-barcelonesa-11s.html

12 comentarios:

♦PªU♦ dijo...

Gran mentira.. digo, gran historia seguida de tan GRAN inicio seguido de tan GGRRAANN blog :D ... yo he creado personajes, pero los mato mucho más rápido, apenas siento que alguien me ve.

Besos!

Ginebra dijo...

Escuché esa noticia y vi a la chica de Barcelona. Los psicólogos hablaban y hablaban de su personalidad bipolar... yo, sinceramente, me quedé pasmada y reflexioné mucho sobre ello. Sobre la necesidad de protagonismo, la carencia de lazos afectivos, ¡de tantas cosas!.
¿Qué pasa por la cabeza de alguien qué vive una mentira que además salpica a todos los demás?.
Me cuesta creerlo y más aún entenderlo, aunque supongo que habrá una explicación o incluso razones para que actúe de esa forma...

Besos

virgi dijo...

No tenía ni idea de esta historia. La verdad es que hay que tener capacidad para vivir una vida inventada. ¿No conocerás el libro El adversario?
Trata de un tipo que se va inventando un trabajo, unas ocupaciones...y tiene que ir forzando todo para que le cuadre.
Es un tema muy interesante llevado al extremo.Supongo que en algún momento de nuestras vidas, casi todos hemos pensado, soñado, deseado, ser otros, aunque sólo fuera por un momento.
Es un gusto visitarte, un estímulo muy atractivo.
Muchos besos, Psyco.

PSYCOMORO dijo...

Sí, PªU, es la gracia de saber apartarse de los disfraces cuando sólo se les puede llamar por su nombre. Está claro que nuestra amiga tenía un armario demasiado complejo. Besos

PSYCOMORO dijo...

Hola, Ginebra. Sí, la historia es extraña; sólo puedo pensar en ella, asumiendo que la atracción por vivir los sueños que pensamos que otros hacen realidad puede convertirse en una enfermiza necesidad si haces que tu vida dependa de eso. Besos.

PSYCOMORO dijo...

Gracias, Virgi. Sí, no sé exactamente qué nos empuja a una fantasía como esta. Pienso que puede tener algo que ver con la incapacidad de asumir que no todo el mundo necesita destacar para significar algo. Quién sabe. Besos.

La sonrisa de Hiperion dijo...

La fantasía mueve montañas, aunque sean montañas inventadas...

Saludos y buen domingo.

Violeta dijo...

Molt de temps sense passar pel teu racó únic, Psycomoro. Fent temps, esperant la tornada de la meva filla, llegeixo els tres darrers post publicats i em transportes magistralment de nou al fons dels sentiments humans més profunds: l'amor lluitant amb el desamor, la música fascinant d'Alt-J, i el rerefons de la mentida...Em deixes muda, transtornada i impressionada. El domini que tens de la paraula és fascinant.

Una abraçada forta i calorosa.

PSYCOMORO dijo...

Las montañas de la locura, como avisaba Lovecraft. Gracias por la visita, Antonio.

PSYCOMORO dijo...

Et trobava a faltar, Violeta. Un plaer retrobar-te i que et tornis a sentir com a casa. La paraula em domina a mi, i jo deixo que vagi fent. Et torno l'abraçada i la seva calor, afegint un petó.

JOAQUIN DOLDAN dijo...

la gente anda enferma de los medios

PSYCOMORO dijo...

Enferma y sin saber dónde para su autobús de ruta salvaje. Gracias por la visita, Joaquín.