6 de diciembre de 2010

Redes que muerden

El contagio por las mentiras que no se explican es devastador. Es algo que sucede en silencio, sin que nadie nos subraye el significado de la farsa; ocurre sin más, con el estruendo de un golpe seco en una habitación a oscuras, reventando la evidencia; es el sobresalto que nos avisa de que no estamos solos; y de que nuestra compañía es peor de lo que nos gustaría imaginar. Pero no vemos nada; sólo nos queda el miedo ante el próximo estruendo: sólo acude el sudor cuando pensamos que quizás algo más acompañe al ruido la próxima vez.

Pero siempre hay voluntarios empeñados en convencerte que nada va a suceder, que todo cuanto crees que está sucediendo tan sólo es una extraña alianza entre tus sentidos y una alarmante incultura. Te miran fijamente, atravesándote con un gesto de condescendencia tremendo, propio del desdén de quien no invertirá ni un segundo en recordar tu nombre. Y te quedas ahí, apartado como un loco ingenuo que dedica sus últimos días a aprender un idioma que no llegó a nacer.


Y sobre estas naderías se construye una realidad que tan sólo de vez en cuando muestra su verdadera naturaleza; eso sí, cuando eso sucede, se desatan los infiernos de la corrección y la política se alinea para aclararnos la intrascendencia de lo que desconocemos; si eso no funciona, te acusan de traidor trasnochado y te confinan a las sombras de la nueva lista de los ofensores a la patria.


El secreto siempre es el mejor aliado de las mentiras, como el bien común es algo que realmente no pertenece a nadie. Pero no puedes vivir siempre ahogado por las costumbre; no sabes por qué sucede pero un día te despiertas y te calzas al revés; al principio notas la incomodidad de lo ajeno, pero pronto empiezas a preguntarte quién te explicó el significado del pie derecho; o si lo descubriste tú sólo. Empiezas a hacerte preguntas.


Hay respuestas para todo. El mundo está construido en un delicado equilibrio de cristal, sustentado por dudas que parecen no existir. Sólo cuando te equivocas de calzado, te liberas y dejas de entenderlo todo de golpe. Alzas la mirada en busca de compresión, con la certeza de que alguien más debe haber pasado por eso, pero no; estás sólo en tu sorpresa, lanzado a una red que muerde.


Recientemente hemos vivido unos acontecimientos que rozan el esperpento, si no fuera por lo que significan. Julian Assange, editor y fundador de Wikileaks, se ha convertido, de la noche a la mañana, en la persona más perseguida del mundo, el terrorista de los cables diplomáticos. En una reacción a escala planetaria que sólo esconde la rabia por la estupidez de cómo han sucedido las cosas, incluso algunos destacados políticos han declarado directamente que Assange debería ser asesinado. Sin más.


Y qué ha hecho este individuo de aspecto despistado para merecer tales atenciones. Sencillamente publicar una cantidad inabarcable de documentos considerados secretos y que desvelan la escasa sutileza con la que Estados Unidos, y otros países de forma colateral, han manipulado, decidido y ejecutado a su antojo esa maraña de hilos hirientes en que se han convertido las relaciones internacionales.


Desde un desapego absoluto por las vidas de civiles en los múltiples conflictos armados en los que participan, hasta intervenciones directas en la estabilidad política de numerosos gobiernos. Desde análisis de una ingenuidad pasmosa acerca de las relaciones con los países árabes, hasta la influencia directa en el alumbramiento de la estrambótica ley antidescargas de nuestro país (¡).


Porque Internet ha sido el combustible de la explosión, el escenario de la estampida. La red se ha desplegado desde todas sus esquinas hacia un centro de gravedad imprevisible, demostrando que algunas cosas no volverán a ser como antes. Y todas esos secretos dejando de serlo, corriendo desbocados entre los árboles, como animales de leyenda, inabarcables.


A nadie se le escapa que eran cosas que, de alguna manera, ya sabíamos todos. El detalle está en el diagnóstico y, sobre todo, en la reacción del médico. Acudimos a él para hacerle saber que no nos encontramos bien, que hay algo que definitivamente no funciona en nuestro organismo. La respuesta ofende por soberbia; olvídese de que duele y el dolor cambiara de nombre. Seguirá sufriendo pero no podrá llamarle enfermedad, ni acudir al hospital, ni esperar cura. Y en esa trascendencia del engaño, late el corazón de las peores mentiras.


Nos quedamos solos de nuevo, en la habitación oscura, calzados de un modo infame y preguntándonos por qué seguimos haciendo las cosas como siempre, azorados por una lógica demencial, taconeando el piso para sentirnos vivos, bailando como un loco que sueña con pertenecer a otro lugar. Si no fuera verdad, incluso podría resultar divertido.

http://es.wikipedia.org/wiki/WikiLeaks

22 comentarios:

Ginebra dijo...

Has descrito magistralmente el mundo en el que estamos atrapados, una red de pesca que nos ahoga casi sin darnos cuenta.
Desde luego es alucinante el tinglado que se tienen montado y las impresiones que los dueños del mundo tienen de sí mismos y de sus vecinos ; es dolorosísimo descubrir mediante documentos e imágenes que se puede asesinar tranquilamente a civiles Iraquíes que pasean por la calle; es deplorable que los militares "en misión de paz?????" o en"una guerra justísima contra Irak" según nos contaban o nos querían hacer creer, puedan cometer todo tipo de abusos y violaciones de derechos hacia civiles...

Es impresentable el panorama y bueno, me alegro de que internet haya sido el medio que ha desvelado muchas de estas mentiras, que como dices, más o menos intuíamos o sabíamos...

Desde luego es mejor volar, Psyco, porque para lo que hay que ver!!!!

Besos,muchos y de asueto!!!!

Violeta dijo...

M'acabes de deixar triturada, després de llegir el teu magistral escrit. Celebro també que els secrets hagin estat publicats i difosos per internet. És perfecte que existeixin "traidors de pes", "ofensors de la pàtria" capaços d'atiar els inferns de la correcció. Només així s'evidencia la falsedat, la mentida, els veritables crims i els autèntics assassins.

És indignant i faríem bé tots de desvetllar així que poguéssim tanta mentida, tant engany.

PSYCOMORO dijo...

Hola Ginebra. Desde luego, un tinglado de dimensiones épicas. Sólo falta leer la estrambótica detención de Assange en Londres, las reacciones de PayPal, Visa y Suiza en relación con el envío de fondos a la página Web. Quizás seamos algo paranóicos, pero no parece precisamente un ejemplo de democracia global. Qué mundo más extraño. Besos.

PSYCOMORO dijo...

Hola Violeta; el problema de conceptes com pàtria i traïdor és que no tinc ni la més mínima idea del que volen dir; cada dia m'inspira més por la manera com els utilitzen i com anestesien la reacció de la societat quan els usen com a justificació per a qualsevol cosa. Resulta tot plegat bastant sinistre. Moltes gràcies

NoSurrender dijo...

desde luego, la masificación de Internet supone más cambios en la organización político-social del mundo de lo que han querido creer los que lo han tolerado. Efectivamente, ùede proporcionar a los ciudadanos algo más que porno gratis: la democratización de la información. Y están asustados.

Por el momento, Julian Assange ha sido metido en prisión por la acusación de no usar condón en una relación sexual. Están asustados, sí. Muy asustados.

virgi dijo...

Inventaron un sistema creyendo que era sólo para ellos. Nunca pensaron que a esa esfera que creían cerrada y a prueba de cualquier extraño, se pudiera acceder.
Son como niños, si no fuera porque juegan con armas, ejércitos, bombas, bancos...
Quizá con lo que menos supieron jugar es con la red, hubo gente más lista que todos ellos.
Y claro, ahora Assange es mucho peor que todos ellos juntos...

Enredados, te mando varios besos.
Te mereces muchos, por lo bien que escribes.

PSYCOMORO dijo...

Hola, Lagarto. Sí, muy asustados; y su temor lo traducen en una censura nada sutil que ejercen con una actitud autoritaria. Internet ha trastornado seguridades con una agilidad que todavía no han entendido. No sé si el caso de Julian Assange va a llegar suficientemente lejos, pero es evidente que vamos a divertirnos.

PSYCOMORO dijo...

Hola Virgi. Sí, el juguete se ha vuelto peligroso; es lo que tiene acceder a la información, que la entiende mucha más gente de lo que parece. Todos esos besos vuelve agradecidos a ti.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Todo lo que está retegido te acaba atrapando. Acaba por no reconocer la mano que le da de comer. Por eso muerde.

Saludos y una abrazo.

PSYCOMORO dijo...

Sí, Antonio, los tejidos de arañas que no sólo se ven cuando las mencionas; supongo que eso es lo que más les duele de cuanto sucede, que los secretos se desenreden hasta ahogarlos. Lo más curioso es lo seguros que estaban de que nunca sucedería algo así. Un abrazo.

Ana dijo...

Tú eras el que salía de la caverna y luego volvía para contar lo que había visto afuera a los de dentro, verdad? Lo más importante es no dejar de hacerse preguntas.
La mejor de tus entradas, en mi opinión.

PSYCOMORO dijo...

Muchas gracias, Jani. Preguntas y sombras injustas en un mundo que ha roto todos sus espejos.

Araceli Merino dijo...

En aquest naufragi de secrets desvetllats, contrasecrets, mentides i abusos de tota mena al final tinc la sensació que els naufrags acabem essent sempre els mateixos, que ja no sabem a quin mar naveguem.

PSYCOMORO dijo...

Hola Araceli. Sí, la sensació és que la tan insistent inseguretat està més present en els nostres amics que en els nostres suposats enemics. Paradoxes de la informació intervinguda. Gràcies per la visita.

Alex Lamas dijo...

Me alegro de que te gustara nuestro blog, estas invitado a pasearte por él siempre que quieras :)

http://poetrysocietyclub.blogspot.com

PSYCOMORO dijo...

Lo haré, Álex. Desde luego, es todo un placer. Saludos.

heiliger trinker dijo...

Pero no pasa naaa!!! hombre ... te sientas a ver el Gran Hermano 12 o 13, luego chateas un poco... que para eso sirve internet, te vas de fiesta y te pones hasta el culo... y no hace falta saber nada más... ¿para qué? ¿para cabrearte? ¿para sentirte idiota? como dijo no sé quien, para ser feliz o te haces el idiota o directamente lo eres.
Menudos farsantes o menudos idiotas.
Y espérate, que el siguiente paso va a ser desacreditar la página ya que lo de los delitos sexuales no sé lo ha creido nadie, ahora toca ir a sembrar mentiras dentro de la web...
Aunque bueno tampoco ha pasado nada, nadie se ha rasgado las vestiduras, a nadie se le ha caido la cara de vergüenza, nadie a entonado un mea culpa, ni el Nobel de la paz del 2010... (el del 2011 mejor que no diga nada que se lo cargan)... bueno... me voy a tomar una absenta a ver si se me pasa la tontería... pufff

PSYCOMORO dijo...

Sí, Heiliger, ése es el poso que dejan; la urgente necesidad de hacerte creer que no hay novedades, que todo está como estaba. Precisamente ahí radica lo tremendo del tema, se dan por cierto todo, no se rebate nada; lo único realmente molesto es que se sepa y, sobre todo, el modo como se ha sabido. Respeto el valor político de Obama pero se equivoca; está claro que la suya es una tierra levantada sobre las sombras; quizás el cambio real sería arrojar luz sobre tantos claroscuros. Demasiado cambio, supongo.

La paciente nº 24 dijo...

Nunca he entendido el mundo, así que nunca he dejado de comprenderlo de golpe. Siempre con el zapato izquierdo en el pie derecho, con la camisa puesta del revés, y el cinturón apretando bien el cuello…

PSYCOMORO dijo...

El mundo es un compañero de viaje bien extraño, Paciente. Sobrevivimos con las seguridades que nos prometen ciertas pero sólo descubriendo las mentiras entendemos el precio de la libertad.

♦PªU♦ dijo...

Siguen siendo increibles tus introducciones para abordar temas. BRAVO!!!

Besos!!!!

PSYCOMORO dijo...

Gracias, PªU.