10 de agosto de 2010

The Black Keys

Hay días que se despiertan antes que tú; te atropellan con el ritmo cambiado, como si llegaras tarde a todos tus instantes. Cuando eso ocurre, necesitas algo que te recoloque en las horas, que te permita recuperar los efectos de no pertenecer a ningún lugar. Yo suelo usar la música; siempre guardo en un rincón, justo al lado de los medicamentos, el último disco que ha sabido recordarme por qué vale la pena tomarse las cosas con cierta distancia; la alegría de ver las cosas llegar y partir sin importarte cuánto tiempo se quedarán contigo; siempre habrá una canción dispuesta a clavarse a tu sonrisa.

Hoy por hoy, eso me sucede con Brothers, el último disco de The Black Keys. Escucharlo es recordar por qué no hay ningún sitio mejor que el ahora mismo. Aunque, con su anterior obra, Attack and Release, ya habían mostrado una evolución consciente desde el blues de garaje, seco y duro, de sus inicios, es con este disco cuando vemos hacia dónde se dirigen sus pasos. Y las noticias no podían ser mejores.

Sabio compendio de soul, rock y, por supuesto, blues que no concede un respiro en sus quince temas. Dan Auerbach canta mejor que nunca (esos falsetes) y su comunión con la otra mitad del grupo, el batería Patrick Carney, es impresionante. Me interesa mucho cómo su estilo ha ido mutando con el tiempo, aunque siempre inmerso en la inagotable selva de los sonidos de la música más negra.


Puedes sentir ecos evidentes de Jimi Hendrix, Led Zeppelin o del blues más tradicional, pero notas que el mensaje tiene algo original, fresco; notas que alguien se lo está pasando tremendamente bien haciendo lo que quiere hacer. Se les ha comparado mucho con The White Stripes pero pienso que hacen gala de más flexibilidad que los de Detroit, como si huyeran de la evidencia de un estilo identificable. Un verdadero descubrimiento.

Llevan casi diez años de carrera pero todavía no habían dado con el trabajo que les hiciera definitivamente populares. Brothers va en camino de conseguirlo. La producción del gran Danger Mouse (el genio detrás de Gnarls Barkley), se limita está vez sólo a un tema, la increíble Tighten Up, después de haber expandido la sonoridad del grupo en Attack and Release.

Puede resultar curioso que gente de treinta años esté recuperando sonidos que nos hacen pensar en un pasado que se resiste a morir, pero la realidad es que nos encontramos ante una apuesta más que consciente por demostrar la vigencia del ritmo por encima de las conveniencias de la moda. No es un retorno al pasado, es el futuro que nos enseña cómo quiere sonar.


Lo dicho, una de las canciones del año.
Tighten Up.



Qué decir; Chop and Change



12 comentarios:

Ginebra dijo...

A mí también me ocurre que eso de echar mano de la música para recolocarme, enfocarme (cuando el día o yo misma no encuentro el punto exacto). También echo mano de este arte cuando estoy triste, para llorar o buscar un refugio y, al contrario, lo utilizo cuando estoy alegre para bailar sobre todo... La música es espíritu puro, Psyco:)
Conozco a Brothers de oída en R3, pero no tengo nada suyo. Este tema es muy bueno, creo que podría ser mi siguiente compra:)
Besos musicales

PSYCOMORO dijo...

Hola Ginebra. Una amante del blues como tú no puede perdérselos. No dudes en comprarlo; The Black Keys siempre han sonado muy bien, a auténtico, pero este último disco, Brothers, es algo especial. Si puedes, disfrútalo. Un beso.

Anónimo dijo...

Best band in the World right now. Their gigs are just amazing, believe me. I love the way Dan and Patrick play guitar and drums and their songs are geting better and better. Thanks for posting.

Ginebra dijo...

Psyco, ya te habrás dado cuenta de que confundí el nombre del disco con el del grupo:)) soy algo desastre y además apenas les conozco... creo que intentaré comprarlo.
Oye, ya te queda menosssss... yo estoy en la oficina toda la semana, habría que cantar esa canción de los dibujos animados "lástima que terminó el festival de hoy....", ¿te acuerdas ? era el cerdito Porky, jajajajajaja.
¡qué tiempos pasados!.
Otro beso te envío.

PSYCOMORO dijo...

Hello. We just can't wait to have them here. I've seen them in some recorded live on DVD and they're awesome. Let's cross our fingers. Thank you.

PSYCOMORO dijo...

Hola Ginebra. Sí, ya me queda sólo una semana para seguirte los pasos. Me muero de ganas. Un beso.

virgi dijo...

Pues sí que suenan a "antes". Me parece estar viendo casi a Cream, con recortes de otra gente. Y también los asocio con la peli de Wenders acerca del blues.
Los vengo a oír más, no tenía ni idea de su existencia.
Conozco un par de hijos de amigos que están haciendo música y están locos por Hendrix, Zappa o Free.
Besos, siempre es un lujo venir a verte

PSYCOMORO dijo...

Hola Virgi; sí, me gusta mucho esa tensión permanente de lanzar sonoridades hacia la historia de la música, intentando rastrear si quedaba algo por aprender, algo que sencillamente habíamos pasado por alto. Creo que esa actitud poco tiene que ver con revival y mucho con las ganas de hacer música. En el fondo, debería ser natural saber escoger tus compañeros de viaje, aquellos que te acompañarán tan lejos como el talento te permita llegar; ése es el gran acierto de The Black Keys. Un beso.

Araceli Merino dijo...

Aunque estouy mucho más cerca de la clásica y de algunos cantautores, tomo nota y aprovecho para desearte un buen verano.

PSYCOMORO dijo...

Hola Araceli; lo bueno que tiene la música es precisamente ese eterno descubrir novedades. Yo las sigo decubriendo también entre la clásica y los cantautores; no es pasado ni futuro, es nuestra capacidad para seguir aprendiendo. Igualmente, difruta del verano y cázalo con tus maravillosas fotografías. Gràcies.

La sonrisa de Hiperion dijo...

La música es uno de los motores de la sociedad actual. Siempre hay unas notas por descubrir.


Saludos y un abrazo.

PSYCOMORO dijo...

Bienvenido. La noto cada vez más como el motor de las mejores noticias; no puede pedirse más. Gracias por el comentario. Un abrazo.