6 de enero de 2008

Hermanos Coen

En Febrero llega No es país para viejos ("No Country for Old Men"), la nueva película de los Hermanos Coen, según la novela de Cormac McCarthy (no he leído nada de él, pero me lo han aconsejado demasiado como para aplazar atacarlo).

Quienes han tenido la oportunidad de ver la adaptación que han firmado los de Minnepolis, afirman que se trata de una de sus mejores obras , y eso es decir mucho. Se suele ver a los Coen como grandes guionistas, pero siempre he pensado que su cine tiene un sello muy especial, algo que te hace esperar con interés cuál va a ser su siguiente paso; no siempre aciertan, pero cuando lo hacen son únicos; y eso, efectivamente, es decir mucho.

Fieles a un sentido del humor negro e implacable, se movieron antes que Tarantino en terrenos narrativos que acabaron regalando el cambio más importante que vivió el cine de los 90 (con Pulp Fiction como abanderada). Cercanos al polar francés y listos herederos de la lógica siniestra y sucia del Blue Velvet de Lynch, se han convertido en iconos de ese cine americano que demuestra que defender al cine europeo "contra" el americano no sólo es injusto, sino que , en algunos casos, es puro cliché.



Y para ayudar a recordar sus imágenes, este montaje sobre algunas de sus películas. Me cuesta olvidar Barton Fink, Fargo o Muerte entre las Flores.

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